Hay la creencia en Galicia, como en los
campesinos de Alemania, que, cuando una bruja queda dormida en la cama mientras
su espíritu adquiere la forma de cualquier animal para efectuar sus fechorías,
su ser corporal sufre los golpes y males que puedan acontecerle al que lo
sustituye. También el <> se tiene por real en otros
países nórdicos.
Había en San Xián de Sergude una mujer
a la cual le morían todos sus hijos. La última niña que había tenido llevaba
camino de morir también encanijada.
-Pues esto
tiene que ser cosa de un <> o de la Chuchona -
dijo la madre de la mujer, que ya era anciana y, como tal, sabía de estas cosas
que se van aprendiendo al correr de los años.
Entonces
un sábado por la noche cogieron en una braña tres juncos; los cortaron a igual
tamaño y los marcaron: uno era la
<>, otro el <>(mal de ojo), y el
otro, la <>.
-¿No
te lo decía yo?- dijo la madre-. ¿Ves cómo es cosa de meiguería?.
-¿Y
qué debemos hacer?¿Quién puede ser la meiga?.
-Ya lo sabremos. Por el momento hay que ponerle a la niña
una castaña de indias, un diente de ajo y una ramita de hierba de San Juan. Y
no dejarla sola; de noche vendrá una mosca muy grande y muy negra y se posará
en la cuna. Esa es la meiga Chuchona que viene a chuparle la sangre a tu niña.
Enconjurarla diciendo: <<¡San Silvestre, meiga fora!>> ( San
Silvestre , brujas fuera), y al mismo tiempo, pegarle a la mosca con una ramita
de laurel, ya que no hay por aquí ningún avellano, que sería mejor. Darle sin
duelo, que si la matáis no se pierde nada.
La mujer
y su marido aguardaron sin acostarse junto a la cuna hasta que a media noche
vieron la mosca. La mujer profirió las palabras del esconjuro y, al mismo
tiempo, el hombre con la rama de laurel golpeó a la mosca.
Al día siguiente apareció muerta en su casa
una vieja de Tabeayo. Esa era la meiga Chuchona que iba a chupar la sangre
a los niños.
Y
entonces la niña púsose bien, y está hecha una buena moza.
Yo no creo en las meigas , pero haberlas …